16.2.06

Jóvenes emprendedores apuestan por los invernaderos como modo de vida en la comarca del Bajo Martín

Noticia publicada el día 16/02/2006 en el diario La Comarca

Jóvenes emprendedores de la zona de la comarca del Bajo Martín apuestan todas sus cartas por el cultivo en invernadero. Una opción de vida basada en las técnicas más avanzadas en la horticultura, concretamente en la producción del tomate, que relegan a la agricultura tradicional a un segundo plano y se convierten en una alternativa de futuro en el medio rural.

El coste de la producción de verduras y hortalizas a través de los métodos tradicionales supone elevados desembolsos económicos, que únicamente son rentables si se produce en aquellas épocas donde el precio del producto es alto. La solución ante los vaivenes monetarios y las condiciones meteorológicas, que pueden arruinar la cosecha, es el cultivo bajo invernadero. Varias familias afincadas en la comarca del Bajo Martín han decidido apostar por este modo de vida. Es el caso de Rosa Pina y Sergio Gómez, un matrimonio de la localidad de Híjar que ha decidido embarcarse en el negocio de los tomates. Un negocio familiar bajo el nombre de Hermanos Gomez, donde les faltan algunos detalles para terminar la construcción de su invernadero, pero no ilusión.

La construcción de este invernadero, de casi 6.000 metros cuadrados de superficie, comenzó en octubre del pasado año, pero antes los propietarios visitaron otras instalaciones y realizaron diversos cursos sobre la gestión y forma de trabajo en un invernadero. La característica principal de esta infraestructura es que está completamente mecanizada, lo que permite aumentar el volumen productivo en cantidad y calidad. La técnica aplicada es la denominada cultivo hidropónico que trata de desligar el cultivo del suelo con un objetivo doble: evitar problemas fitosanitarios y tratar de controlar en mayor medida el proceso de producción.

Una técnica que de sobras es conocida para Pablo Gimeno y Ana Cristina Mallor, otro matrimonio de la localidad de Híjar que también se dedica al negocio de los tomates. Desde finales de 2003 instalaron en este municipio un invernadero de 13.000 metros cuadrados, desde entonces no han dejado de trabajar ni ellos, ni parte de su familia que también participa en la empresa.

El tomate que cultivan es de la misma clase que sus noveles vecinos, la variedad llamada ‘caramba’, un tomate de mesa bastante solicitado en el mercado.

Para Pablo Gimeno la puesta en marcha de otro invernadero en la zona es beneficioso, porque dice que todo lo que ayude a dinamizar la zona es interesante. En este sentido desde el Gobierno Aragonés ofrecen ayudas económicas por la incorporación de jóvenes agricultores, así como los fondos equal destinan un alto porcentaje a la puesta en marcha de nuevos negocios.

Estos agricultores comparten un espíritu emprendedor, además del sueño de poder vivir y trabajar en su localidad.