25.3.05

De silencio absoluto al estruendo en un segundo,al romper la hora

Noticia publicada el día 25/03/2005 por la Agencia EFE

A las doce de la noche el alcalde de Híjar, Luis Carlos Marquesán, bajó su bastón de mando en el centro de la plaza de España para que cientos de convecinos se afanaran en 'romper la hora', haciendo que esta tranquila localidad turolense, como otras seis del Bajo Aragón, pasara de estar en el más absoluto silencio a vibrar con un ruido ensordecedor.

Siguiendo con la tradición, a las 23:30 horas los tambores y bombos de los hijaranos se fueron haciendo sitio en el centro de la plaza, baquetas y mazos en ristre, a la espera de que el alcalde diera la esperada señal, la de empezar a romper la hora con el ruido generado por cientos de bombos y tambores.

No había estrellas, pero no amenazaba lluvia, la temperatura era primaveral y los tocadores hacían tiempo, redoblando nerviosamente a la espera de la hora.

Entonces, el alcalde bajó su bastón y el suelo comenzó a temblar con el estruendo que salía de los parches de cientos de bombos y tambores.

Los tímpanos casi dolían al escuchar esta muestra de fervor, religioso para unos, casi místico para otros, emocionante para todos.

Vestidos de negro, los hijaranos, en el centro de la plaza, contrastan con las paredes encaladas de los arcos porticados, un entorno recogido, casi cerrado, donde el ruido se concentra y de donde se resiste a escapar.

Los habitantes de Híjar, como los de Urrea de Gaén, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Albalate del Arzobispo, Alcorisa y Andorra (los de Calanda lo harán a las doce del mediodía de mañana) viven intensamente esta tradición, que hace del ruido el centro de las celebraciones de la Semana Santa y que atrae a estas pequeñas localidades a visitantes de toda España, que abarrotan las plazas en las que se 'rompe la hora'.

Muchos de ellos van equipados con cámaras fotográficas y de vídeo, pero registrar el sonido que se produce esta medianoche en este lugar es una tarea imposible.